La posición estratégica de Portugal la hace muy atractiva para la inversión debido a su acceso a los mercados globales.

El país ofrece un entorno ideal para la expansión empresarial debido a su estabilidad económica, social y política.

El crecimiento de las industrias turísticas ofrece numerosas oportunidades de inversión. Además, los incentivos fiscales como el régimen de residencia habitual mejoran la rentabilidad de las inversiones.

La infraestructura de Portugal es avanzada y se especializa en energía renovable y tecnología, al tiempo que proporciona una calidad de vida excepcional con su clima mediterráneo y rica oferta cultural. El apoyo gubernamental a la innovación y el emprendimiento, junto con los programas de Startups, complementa este entorno propicio, posicionando a Portugal como un destino ideal para la inversión extranjera.

Además, la pertenencia del país a la Unión Europea hace posible que más de 500 millones de consumidores accedan al mercado único europeo. Los costes de funcionamiento competitivos de Portugal, junto con sus ventajas y calidad de vida, lo convierten en un excelente destino de inversión. 

Portugal tiene una extensa red de tratados bilaterales de inversión y acuerdos comerciales, así como un sistema de educación, salud y mano de obra altamente calificada, y se presenta como un destino estratégico para los inversores globales.